OBESIDADES, RETO PARA LA SALUD PÚBLICA DEL SIGLO
Obesidades, reto para la salud pública del siglo
Debemos manejarlas con un tratamiento médico, nutricional y muchas veces psicológico y psiquiátrico
Leticia Olvera, 20 de marzo de 2018
Hoy en día debe hablarse de obesidades y no de
obesidad, pues su diagnóstico y tratamiento dependen de factores como la
edad de inicio, el grado en que se encuentran, las comorbilidades y las
incapacidades físicas, psicológicas y sociales que ocasionan, afirmó
Juan Pablo Méndez Blanco, profesor de la Facultad de Medicina (FM),
quien destacó que en México este problema se ha incrementado
considerablemente en las últimas décadas: 70 por ciento de la población
tenía sobrepeso u obesidad, de acuerdo con cifras de 2016.
Actualmente, sostuvo, estas enfermedades son un reto
para la salud pública del siglo XXI, porque padecerlas no sólo aumenta
el riesgo de tener diabetes, hipertensión arterial, coronariopatía,
accidentes cerebrovasculares, embolismo pulmonar, afección de riñón y
trombosis venosa profunda, también están asociadas con la aparición de
varios tipos de cáncer como el de mama, el adenocarsinoma, de esófago,
el meloma múltiple, de riñón, endometrio, ovario, tiroides, hígado,
vesícula biliar, páncreas, colon y recto.
Al dictar la conferencia Las Obesidades: Enfermedades
de Diagnóstico Sencillo y Difícil Manejo, el también responsable de la
Unidad de Investigación en Obesidad de la FM resaltó que la clave en el
tratamiento de estos padecimientos es un cambio de actitud hacia la
comida y la vida, porque las medicinas que actualmente hay en el mercado
para disminuir de peso “tienen importantes efectos adversos; en
realidad la pérdida de kilos es poco significativa y se recuperan
fácilmente al suspender los fármacos”.
Debemos manejar las obesidades con un procedimiento
médico, nutricional y muchas veces psicológico y psiquiátrico, lo que
nos llevaría a una pérdida mayor a 10 por ciento por cada año, asentó.
En realidad, “no hay una píldora mágica. En la
atención de este problema la intervención dietética es la piedra
angular. Si alguien hace dieta revierte un mal balance energético y
entonces empieza a mejorar el peso”, apuntó en el evento realizado como
parte de las actividades del Seminario Permanente Obesidad y Diabetes
del Programa Universitario de Alimentos (PUAL).
“La mejor dieta debe ser continua y muy bien hecha.
Los pacientes deben entender que llegar al peso que tienen no fue
cuestión de uno o dos meses sino de años y, por lo mismo, llevará tiempo
revertir la obesidad”.
No obstante, subrayó, el verdadero reto no es bajar
muchos kilos sino mantener el peso perdido. Así, tendremos menos años
con obesidad y a su vez con hipertensión, dislipidemias, diabetes tipo
2, eventos cardiovasculares y cerebrovasculares.
De modo que los casos exitosos los presentarán quienes
tengan altos niveles de actividad física, un patrón de alimentación
constante y, sobre todo, quienes hagan cambios conductuales en su
aproximación hacia la comida y en la vida, aunque para esto último es
fundamental el apoyo familiar y social, aseveró en el Auditorio José
Luis Sánchez Bribiesca de la Torre de Ingeniería.
Carlos Labastida, coordinador del PUAL, consideró que
la prevención del exceso de peso reclama acciones integrales coordinadas
entre el gobierno, organizaciones comunitarias, escuelas, familia,
profesionales de la salud y académicos.
“Las instituciones de educación superior también
tenemos una participación esencial en la atención de esta problemática,
pues consideramos que la obesidad y el sobrepeso pueden prevenirse con
base en información técnica y científica; por ello, en la UNAM se
efectúan múltiples actividades de investigación y de extensión sobre
este tema; además de contar con una sólida planta académica
especializada en el estudio de estos males”, concluyó.
Fuente: UNAM Global
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